Somos Marta García Illana y Sara M. Monin Luengo
Somos Marta García Illana y Sara M. Monin Luengo, las promotoras de este proyecto de búsqueda y distribución de productos de cercanía. Ambas somos educadoras sociales de profesión y llevamos más de veinte años trabajando en proyectos de diversa índole. En nuestra trayectoria profesional siempre hemos puesto el foco en las personas y hemos compartido el objetivo común de generar un cambio social. Tenemos una larga experiencia de trabajo en equipos, creación de proyectos, coordinación, emprendimiento, puesta en marcha, dinamización, etc. También somos madres, lo cual nos ha aportado aprendizajes y un trabajo personal que ha sumado a nuestros perfiles profesionales, el bajage necesario para poner en marcha este proyecto, que es a la vez una filosofía de vida.
Nuestra capacidad
Nuestra capacidad de trabajo y adaptación así como la búsqueda creativa de soluciones sustentadas en el profundo respeto que sentimos por nuestro medio, nos ha permitido llegar hasta aquí. Somos conscientes de la importancia y repercusión que tiene la manera en la que consumimos y como ésta fomenta hábitos poco saludables a nivel personal, económico y de sostenibilidad. A través de nuestro proyecto fomentamos el apoyo a los pequeños comerciantes y a los productores locales del medio rural. De esta manera, no solo promovemos que la economía fluya entre los habitantes del medio rural en el que vivimos sino que además reducimos el impacto ambiental que supone tener que desplazarse en coche o bien a una gran superficie comercial o los productores locales.
En el día a día
En el día a día puede hacerse imposible ir hasta donde venden las verduras ecológicas de la pequeña huerta, a la quesería, al obrador, a la bodega.
Conseguir una cesta cotidiana de productos comprados de manera consciente, cuidando tu medio e impulsando el mundo rural que habitan, no es nada fácil.
Y además si ese recorrido entre pueblos y negocios lo hace un solo vehículo y no varios, conseguimos que el objetivo sea más viable, más fácil de consolidar y de mantener en el tiempo.
de los productos locales
El consumo de productos locales puede tener un impacto significativo en el desarrollo de las zonas rurales.
Estas son algunas formas en las que el consumo de productos locales puede incidir en el desarrollo de diferentes áreas
Generación de empleo
Fomenta la demanda y, por lo tanto, impulsa la producción local. Esto tiene una incidencia directa en la generación de empleo en las zonas rurales, ya sea a través del cultivo y producción de alimentos o a través de actividades indirectas relacionadas, como la artesanía o el turismo rural.
Desarrollo económico local
Al consumir productos de cercanía, se apoya directamente a los productores y a los emprendedores locales. Esto contribuye al desarrollo económico de las zonas rurales al fortalecer su capacidad productiva y generar ingresos dentro de la comunidad.
Preservación medioambiental
Los productos locales suelen ser cultivados o producidos utilizando métodos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Por tanto su consumo, promueve la conservación medioambiental y reduce prácticas agrícolas intensivas que dañan los ecosistemas.
Preservación de la identidad cultural
La elaboración de productos locales está estrechamente vinculado a la cultura y tradiciones de las zonas rurales. Así pues, con su consumo, se valora y preserva la identidad cultural local, lo que contribuye al sentido de pertenencia y orgullo comunitario.
Reducción de la dependencia externa
El consumo de productos locales reduce la dependencia de importaciones y promueve la autosuficiencia económica en las zonas rurales. Esto puede ayudar a reducir la pobreza y la desigualdad, al tiempo que fortalece la resiliencia de las comunidades frente a crisis económicas o desastres naturales.
